Por alguna razón, me atrae la idea de volver a su esplendor edificios y muebles que guardan misterios y secretos de su historia; pues muestran su potencial cuando recuperan su pleno valor.
Estaba aún en el colegio, cuando en la clase de arte nos llevaron a visitar iglesias barrocas, y fue ahí cuando supe que quería trabajar en la recuperación; así como puesta en valor de edificios y muebles Patrimoniales.
Estudie arquitectura, trabaje y empecé a buscar donde podía estudiar la especialización de Patrimonio.
No encontré cursos cortos que me orienten con información práctica de corrientes, escuelas y tendencias de maestrías en patrimonio.
Busque mucho, entre muchas ofertas educativas, sin embargo, no encontraba versatilidad en las maestrías ni diplomados en Perú ni en Latinoamérica por aquella época.
Logre encontrar una maestría en Roma-Italia y obtener una beca, algo que les contare en otro blog.
Luego de esta increíble experiencia, lo más retador fue el regresar y lograr trabajar en el área Patrimonio y cultura.
Quiero compartir con ustedes, que me ayudo para poder lograr trabajar en lo que más amo y ser parte del mundo de la puesta en valor de los monumentos y muebles patrimoniales.
1. Busca oportunidades:
El mundo de la conservación es versátil, esto nos ayuda a tener muchas opciones y oportunidades. La potencialidad está en el abanico de opciones; uno puede ser desde asesor de colecciones o instituciones, trabajar en ejecución de proyectos de restauración, dar servicios de conservación, restauración o ser docente.
Diversificar nos permite poder tener muchos campos de acción y tener mayores fuentes de ingresos, usando la creatividad para generar más productos y servicios afines.
2. Se parte de una red:
Nos ayuda estar actualizados a nivel de oportunidades, así como de nuevos materiales y documentos publicados. En el mundo de la conservación hay muchos organismos como ICCROM, ICOMOS, que permiten ser parte de estas redes. Sin duda, la red de carreras profesionales, ex compañeros de trabajo y compañeros de estudios es importante.
Apoyarse de carreras afines como: la arqueología, arquitectura, arte, historia, ingeniería, antropología, museografía que se complementan y donde hay muchos profesionales interesados en trabajar en el mundo de la conservación de patrimonio
3. Aprende y conoce herramientas:
Es importante no solo especializarse sino también saber manejar programas básicos como: Exel, Word y Power Point., muchas veces creemos que AutoCAD, Photoshop y Revit, lo son todo.
Usar programas de cálculo nos ayuda a ampliar las herramientas para gestionar y producir nuevos servicios, verificar cotizaciones y listas de compras. Saber de contabilidad básica, administración y marketing, nos ayudan a ser mejores gerentes de nuestros propios negocios. Los recursos para aprender a cotizar proyectos, con el tiempo y dedicación mejoran, sin embargo, enfocarse también en cómo funciona la venta y post venta son puntos necesarios.
4. Invierte en educación:
El especializarse con un máster no debe ser el fin de nuestra educación esta debe ser permanente ya se a través de cursos, diplomados, eventos educativos. Inscribirse en páginas o revistas de conservación tanto en Latinoamérica como en el mundo.
Estudiar y leer siempre es un buen aliado para el mundo de la conservación ya que todo el tiempo existen publicaciones e investigaciones nuevas, con materiales y técnicas de conservación, nuevas tendencias de intervención de patrimonio y proyectos de restauración. La mayor cantidad de información esta sobre todo en inglés.
5. Sé constante:
Es importante la constancia para lograr objetivos, ningún camino es sin obstáculos y debemos planificar siendo conscientes que el tiempo será nuestro mayor aliado para ser parte del mundo del patrimonio. El programar objetivos reales, ayuda a reducir la ansiedad e incertidumbre. Dar paso a la vez y medir los resultados mensuales con optimismo. La visión anual y futuro ayuda a mantener nuestra perspectiva de los logros a alcanzar.
Latinoamérica es un lugar de oportunidades donde la cultura y puesta en valor de monumentos puede ser un activador sostenible de la economía, la sociedad y el ambiente. Ser agentes de cambio, nos ayuda a trabajar desde la conservación mediante la acción de brindar información, conectar profesionales y generar actividad económica, teniendo como resultado más trabajo, más desarrollo y mayor actividad económica en contextos como el turismo, el arte y la cultura.